Según el obispo Athanasius, jefe de la eparquía de Odessa, el ejército ruso se apoderó del barco de rescate ucraniano Sapphire, que debía evacuar los cuerpos de nuestros soldados, que se consideraban muertos, de la Isla de las Serpientes. Para este propósito, el sacerdote de la diócesis de Odessa, Vasyl Vyrozub, estaba a bordo.
Cabe señalar que la misión humanitaria se llevó a cabo por acuerdo previo con la parte rusa.
Sin embargo, como resultado, resultó que no hubo víctimas en la isla, y el ejército ruso usó la situación como una excusa para atraer insidiosamente un bote salvavidas sin armas y capturarlo junto con la tripulación civil y el sacerdote de la PCU.
El 27 de febrero, a las 18:00 horas, el jefe de la diócesis de Odessa recibió un mensaje del Arcipreste Vasyl Vyrozub de que el barco, la tripulación y los representantes de la misión escoltada se movían en una dirección desconocida.
“Hago un llamamiento a la comunidad mundial, a los líderes religiosos ya todas las misiones para que den a conocer este incidente y ayuden a resolver esta escandalosa situación”, dijo el obispo Athanasius en su discurso.
La Iglesia Ortodoxa de Ucrania condena este cínico incidente y exige la liberación inmediata del arcipreste Vasyl Vyrozub, de todos los miembros de la tripulación y de la misión humanitaria.
